Descripción del proyecto
12/2019
En el marco de la 25º edición de la Cumbre del Clima en Madrid, se ha publicado el informe de la Organización Meteorológica Mundial, que constata que la última década ha sido la más calurosa a nivel global desde que se tienen datos. Las consecuencias de la contaminación y emisión de gases con efecto invernadero ya las sabemos: se pone en peligro el ecosistema, se producen migraciones, se pone en grave riesgo el abastecimiento de alimentos, la sanidad, la situación geopolítica global y, en último término, nuestra propia supervivencia.
A las puertas del inicio de la implementación del Acuerdo de París, el primer acuerdo vinculante a nivel internacional que fija un plan para limitar el calentamiento global, nos planteamos ahora más que nunca qué acciones concretas pueden adoptar las empresas para frenar el cambio climático. A continuación algunas propuestas:
1.- Realizar campañas de concienciación: impulsar campañas de concienciación interna para visibilizar los gestos diarios que pueden contribuir a proteger el medio ambiente en contexto empresarial. Hay algunas medidas muy obvias como apagar los ordenadores cuando no los estemos utilizando, instalar iluminación y/o climatización de bajo consumo, utilizar papel reciclado, imprimir a doble cara, reciclar los residuos, instalar fuentes de agua para evitar la utilización de botellas de plástico, fomentar el merchandising sostenible… pero hay otras que no lo son tanto, como favorecer el teletrabajo, que no solo permite la conciliación personal y familiar sino que también disminuye la contaminación causada por los desplazamientos hacia el lugar el trabajo. Otras medidas pueden ser apostar cada vez más por las energías renovables o por la digitalización de los procesos, incorporar vehículos eléctricos en las flotas, impulsar el carsharing entre los trabajadores o priorizar los productos y recursos de proximidad.
2.- Redactar y difundir políticas y procedimientos que describan las principales medidas a adoptar en la empresa: pautar la forma correcta de proteger el medio ambiente en el contexto de la empresa a través de políticas y procedimientos claros y accesibles para que puedan ser consultados en cualquier momento.
3.- Introducir la sostenibilidad en toda la cadena de valor de la compañía: priorizar la inversión en tecnología e innovación para mejorar la sostenibilidad de la compañía, así como tener en cuenta el impacto ambiental desde que nace el bien o servicio hasta que llega al destinatario final, asegurando que los proveedores, subcontratistas, agentes, distribuidores, clientes y otros socios de negocio estén, en la medida de lo posible, también alineados con este fin.
4.- Dejarse asesorar por especialistas en gestión ambiental, sostenibilidad y eficiencia energética para que determinen las mejores medidas a aplicar teniendo en cuenta las circunstancias concretas de la empresa, como el tamaño, la localización, la actividad o la estrategia a futuro de la entidad.
5.- Obtener información del estado actual, establecer indicadores periódicos y dejar trazabilidad de su evolución: medir y hacer seguimiento de la huella de carbono de la empresa, incorporar la valoración de riesgos ambientales en el Mapa de Riesgos corporativo, tomar como referencia el estándar internacional ISO 14001 de Sistemas de Gestión Ambiental o pasar una auditoría ambiental externa pueden ser algunas medidas en este ámbito.
6.- Reutilización y reciclaje: centrar los esfuerzos en procurar la reincorporación de los residuos en el ciclo de producción de la compañía y/o el reciclaje que asegure una segunda vida a los desechos generados durante la actividad empresarial.
7.- Cooperar y establecer sinergias con organizaciones que tengan como objetivo proteger con el medio ambiente.