Descripción del proyecto

09/2019

El Compliance, esta nueva función que se está irrumpiendo en las empresas para la identificación y prevención de riesgos legales que abandera, a su vez, la aplicación de la integridad y la ética empresarial a lo largo de toda la cadena de valor de la compañía, sigue generando ciertos recelos y dudas… ¿qué puede aportar realmente a una empresa la creación de la función de Compliance? A continuación una muestra de solo algunos de sus beneficios:

1.- Mayor conocimiento de los riesgos a los que está expuesta la compañía.

 Saber es poder y en este sentido no hay nada como la identificación, valoración y análisis de los riesgos legales a los que se enfrenta la empresa. Saber qué riesgos pueden afectar a la compañía es también la forma más útil de evaluar qué riesgos deben priorizarse, cómo van a mitigarse y qué recursos va a ser necesarios para hacerlo. Además, con este ejercicio pueden aparecer riesgos desconocidos hasta la fecha, que pueden afectar a diferentes niveles del negocio. La identificación de riesgos permite actuar con tiempo para preverlos de forma eficiente.

2.- Posibilidad de eximir o atenuar la responsabilidad penal de la empresa ante un incumplimiento.

Uno de los sistemas más utilizados por los Estados para incentivar el cumplimiento de los principales estándares y normativas relacionadas con el cumplimiento normativo de las empresas, ha sido a través de su regulación penal o administrativa. Cada vez más países en todo el mundo (de entre los cuales está España) prevén consecuencias legales para las entidades jurídicas por incumplimientos que pueden conllevar desde el pago de sanciones millonarias hasta el propio cierre de la compañía. Sin embargo, también muchas de ellas abren la puerta a posibles atenuaciones o incluso eximentes de las posibles penas si se adoptan medidas de vigilancia y control como la creación de la función de Compliance, la identificación de riesgos, el establecimiento de protocolos y políticas o sistemas de reporte de incumplimientos, de entre otras.

3.- Alineación con los requisitos de las terceras partes

Hoy en día observamos que la mayoría de grandes empresas tienen una función de Compliance definida. Prácticamente todas las multinacionales exigen en sus contratos que los terceros con los que se relacionan estén igual de comprometidos que ellas en cuestión de cumplimiento normativo y ética empresarial. Como consecuencia, cualquier empresa que quiera optar a negociar con este tipo de empresas, obtendrá una clara ventaja competitiva al dotarse de una sólida estructura de Compliance. Lo mismo ocurre en los concursos y la contratación con el Sector Público, donde los criterios de Compliance son cada vez más valorados.

4.- Ahorro en costes de pleitos, reclamaciones y sanciones

Como hemos visto, la implantación de la función de Compliance tiene, entre otros objetivos, el de prevenir incumplimientos que puedan derivar en sanciones o penas. Aunque es difícil de cuantificar el ahorro exacto que ello supone, resulta evidente que disponer de una estructura efectiva de Compliance puede evitar potenciales incumplimientos, y en consecuencia, posibles sanciones económicas.

5.- Creación de una marca corporativa positiva y buena reputación en el mercado

 La percepción de la marca corporativa y la reputación en el mercado son intangibles clave para el éxito mantenido de una compañía. Todos somos conscientes de que son activos que tardan muchos años en generarse y que cualquier incumplimiento, sanción o noticia pueden afectarlos negativamente, pudiendo incluso afectar la aceptación en el mercado de una marca de forma irreversible.